La jornada fue organizada con el apoyo conjunto de Greenlight, Agrocalidad, GIZ y otros aliados estratégicos, quienes compartieron conocimientos actualizados, experiencias prácticas y herramientas técnicas fundamentales para proteger los cultivos frente a esta enfermedad de difícil control y alto impacto económico y social.

Gracias a este proceso formativo, los productores ahora cuentan con herramientas concretas para actuar preventivamente, evitar la propagación del hongo y reducir los riesgos de pérdidas masivas. La capacitación también generó conciencia colectiva sobre la importancia de una vigilancia activa, el trabajo articulado entre fincas vecinas y la necesidad de mantener estándares estrictos de bioseguridad.

Esta acción es un paso más hacia la construcción de una cadena bananera resiliente y preparada, capaz de responder a los desafíos del cambio climático, nuevas enfermedades y exigencias del mercado global.